Echo de menos a alguien que no existe
Viniera yo como el silencio cauto
(No sé quién era aquel que lo decía)
Bajo luna de nácares o fuego
bajo la inmensa llama o en el fondo del frío
en ese ojo profundo que vigila
para evitar los labios cuando queman.
Quiero acertar quiero decir que siempre
que sobre el monte en cruz vendo la vida
vendo ese azar que suple las miradas
ignorando que el rosa ha muerto siempre.
(Le estaré eternamente agradecida a Vicente Aleixandre por haber escrito este poema, porque me hizo sentir extrañamente viva cuando lo descubrí. La fotografía llegó de manos de mi buena amiga Sara).