Fuegos
Ayer incendié mi raza.
Y envasé al vacío tu mano,
Tu acento árido,
En cuclillas.
La ira
Escupía tu recuerdo
Hecho desprecio
Abrasado
Sin escollos
Con cerillas
En los brazos.
Y ahora,
Después de eso,
Tumbada sobre restos de
Radiografías
Incineradas,
Desnudo a una naranja
Vulgar,
Y sin gracia
Porque está dulce.
Yo la quiero amarga,
Casi tan ácida
Como lo era el olor
De tu sangre
Ardiendo
Por la mañana.