Autopista arraigada: el pálpito acaecido
Te recorrí
Cada fibra de voz,
Abrazada a las venas de mi casa.
Te regué filamentos del corazón
Perforando la espalda
De tu imagen desplazada.
Prendí fuego
Al amor invertebrado
Con mi rabia en carne viva.
Derrapé en la cuneta
Enraizada en la campiña.
Te bombeé de intento terrorista
El mordisco animal.
Rocié con gasolina
A los coches muertos.
Pero
A pesar de todo eso,
Soy incapaz de encajar
A mi esqueleto
Dentro de ti,
Asfalto óseo.
(Fotografía de Jenny Holzers)