Sueño I: El hombre sin tierra
Eres el fracaso púrpura 
de un golpe vacío por dentro. 
Un moratón sombrío 
de alma oscura; 
un mar sin faro,
el frío crudo 
de un barranco flaco 
encaramado al viento . 
Así vives, 
como un esclavo viejo 
de extrarradio. 
Te bebiste 
la sed de los campos; 
te amamantan 
los acantilados de las manos, 
los pensamientos de precipicio. 
No hay lluvia que siembre 
tu acento 
yermo de llanto. 
Eres tormenta seca de rayos; 
un tronco sólido y opaco 
sin una luz que vomite vida. 
Odio todas mis pesadillas contigo. 
Me despierto despoblada en los brazos 
pero con el cráneo trastornado, 
con los labios bocarriba. 
Tú eres todo eso. 
Pero yo soy 
el dolor de una cabeza 
que acumula sangre, 
la soledad 
en un pecho desnudo 
que se levanta disiente, 
repleto de los truenos más duros 
y amargos 
de tu carencia.
 
 
 
 
 
 

 
 
