Primera ausencia
Esta falta en mi autarquía.
Este vacío en mi presencia.
Esta insatisfacción que me masturba.
Este río sin lágrimas.
Esta sangre sin fuerza.
Me arrastro deseando mi rojo,
mi quinta esencia materna.
Porque no hay mujer sin óvulo que salpique,
porque todas las amapolas crecen
con esta mancha presa de vida
que riega los campos recién nacidos
de sol a sol
de árbol a hierba
de odio a amor,
de pierna a pierna.