
A mí la pobreza me da repelucos.
Yo con la injusticia tirito.
A mí la mezquindad me eleva la tensión arterial.
Yo con el desengaño me desangro el alma.
A mí la mentira me produce acné 
En la lengua de los sentimientos.
A mí las murmuraciones siempre se me presentan canijas y amarillas,
Como la envidia, 
La envidia, tristeza del bien ajeno.
A mí me duele el sentido de tanto sentimiento,
Yo soy como la maceta crecida de verde:
Riégame con amor, y embelleceré tu ventana. 
Si a lo largo de tu vida, todo lo que tienes que decir o decidir
Es entre el pelo largo o el pelo corto,
Si a lo largo de tu vida todo lo que tienes que decidir es
Entre los vaqueros o la minifalda, 
Entre trabajar o hacer un master, 
Entre vivir solo o vivir con tus padres, 
Bendito seas porque, 
No te habrás enterao de ná.
No sé a qué viene esta manía que les ha entrado a los publicistas
De presentar a los jóvenes como a unos auténticos gilipollas.
Si yo fuera tú, ¡me rebelaría!.
Dijo alguien que en la vida hay dos partidos entre los que es preciso escoger: 
Venderse o entregarse. Yo conozco otro mejor: resistir. 
Los locos como yo ni nos vendemos ni nos entregamos.  Resistimos en nuestro sitio.
Y morimos con las botas puestas si hace falta.
Jesús Quintero.
RAÚL NÚÑEZ en EFE EME
Hace 11 horas
 
 
 
 
 
 

 
 
